Eran otros tiempos, otras personas que luchaban por el interés general, siempre dentro de la constitución y la ley, se le llamaban luchadores sociales.
Hoy cambio la “izquierda” en Salto, el poder la ha destrozado ideológicamente, inmersa en un sistema capitalista, se ve soberbia, esa moral superior ciega, evidencia la falta de ideas.
Las urnas en la democracia se respetan y es de buena costumbre, reconocer la derrota cuando las urnas hablan, aún hoy el ex intendente Ramón Fonticiella no lo ha hecho, diferente el actual senador German Coutinho quien reconoció prontamente, en conferencia de prensa, pasada elección de mayo.
Los hombres públicos que llegan por el mandato popular, deberían administrar las tensiones de sus votantes y/o simpatizantes, son líderes que lograron convencer con su mensaje.
También hay responsabilidad de los partidos políticos respetar las urnas , las instituciones y los poderes del estado.
Que hubiese pasado si el intendente procesado en Salto, fuera de otra idea política, imagínese el Frente Amplio local.
Es contradictorio el progresismo de nuestro departamento, acá juzgan antes que la justicia, no se respeta un derecho humano esencial de todo ciudadano, el derecho a la defensa, lo más grave, convocar a movilizarse ante un fallo de la justicia sin hacerse responsable.